El sistema de iluminación es una de las partes vitales para un cultivo de interior. Ofrecer a las plantas las horas de luz adecuadas en el espectro óptimo es un reto para los cultivadores novatos (o no tanto) porque la iluminación puede suponer un éxito rotundo o el fracaso más absoluto. Existen muchas combinaciones en el mercado para poder afrontar este reto, desde las más básicas a optar por equipos completos o soluciones plug and play.

El cultivador puede encontrar actualmente en el mercado dos tipos de balastros que se basan en tecnologías distintas y que ofrecen diferentes posibilidades. Estos son los balastros electrónicos y los electromagnéticos, y es conveniente conocer sus características para saber cuál elegir.

Una de las grandes preocupaciones de los cultivadores, especialmente de los que se inician en la materia, es dónde plantar, qué recipiente utilizar para que su planta crezca. Elegir la maceta puede ser un quebradero de cabeza en el que se conjugan preguntas sobre el sustrato adecuado, la fase de desarrollo de la planta, el tamaño que se pueda (o quiera) conseguir y las facilidades de un posible trasplante de ser necesario en las diferentes fases de crecimiento de nuestro cultivo.