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Aprendizaje 26 septiembre 2025

Potencia, control y discreción: el trío ganador en un sistema de extracción

El éxito de un cultivo de cannabis en interior depende de múltiples factores interconectados, pero pocos son tan determinantes como un sistema de extracción correctamente dimensionado. No es simplemente una cuestión de mover aire; es el corazón palpitante que mantiene vivo el ecosistema artificial que hemos creado para nuestras plantas. Y un sistema de extracción eficiente combina tres elementos fundamentales: la potencia necesaria para renovar el aire, el control de los olores que podrían comprometer nuestra privacidad y la discreción para mantener el Cultivo imperceptible a los oídos.

Para comprender la importancia de un sistema de extracción adecuado, es fundamental entender qué sucede realmente en el interior de un espacio de cultivo. Las plantas de cannabis, como todos los vegetales, realizan un intercambio gaseoso constante: durante las horas de luz consumen dióxido de carbono y producen oxígeno, mientras que en la oscuridad el proceso se invierte. Sin una renovación constante del aire, este intercambio se ve afectado, creando un ambiente viciado que puede limitar seriamente el desarrollo de las plantas.

El aire caliente, más ligero que el frío, tiende a acumularse en la parte superior del cultivo, llevando consigo la humedad excesiva producto de la transpiración de las plantas. Esta combinación de calor y humedad estancada crea las condiciones perfectas para el desarrollo de hongos y plagas, convirtiendo lo que debería ser un refugio para nuestras plantas en un ambiente hostil. 

Un extractor bien dimensionado elimina este aire viciado y permite la entrada de aire fresco, rico en CO₂, manteniendo las condiciones ambientales dentro de los parámetros óptimos. Finalmente, crea una presión negativa, un fenómeno clave que asegura que todo el aire, y con él cualquier aroma, sea forzado a pasar a través del filtro de carbón activado antes de ser expulsado, evitando fugas.

Calculando la potencia exacta de un extractor

El cálculo de la potencia necesaria para nuestro sistema de extracción va mucho más allá de aplicar una fórmula simple. Aunque la regla básica establece que debemos renovar el volumen total de nuestro cultivo entre 30 y 60 veces por hora, la realidad es considerablemente más compleja y depende de las condiciones particulares de cada instalación.

Para obtener el caudal base, debemos primero calcular el volumen de nuestro espacio multiplicando largo por ancho por alto en metros. Una vez obtenidos los metros cúbicos, los multiplicamos por 50 (un valor medio que garantiza una renovación adecuada) para obtener los metros cúbicos por hora necesarios. Sin embargo, este es solo el punto de partida.

El factor de corrección más importante es la resistencia que ofrecerán los filtros de carbón. Un filtro antiolor puede reducir el caudal efectivo de nuestro extractor entre un 20% y un 30%, por lo que debemos multiplicar nuestro cálculo base por 1,25 (25%) para compensar esta pérdida. Pero las pérdidas no terminan ahí: cada curva en la conducción, cada metro de tubo adicional y cada accesorio en el circuito representa una reducción adicional del rendimiento.

Por ejemplo, para calcular la potencia exacta del extractor para un armario Pure Tent estándar (1,2 m x 1,2 m x 2,0 m, volumen de 2,88 m³), se utiliza la fórmula:

Caudal base (m³/h) = Volumen del armario (m³) × Renovaciones por hora

Aplicando la cifra intermedia de 50 renovaciones/hora (óptima para la mayoría de cultivos):

Caudal base = 2,88 × 50 = 144 m³/h

Sin embargo, al añadir un filtro de carbono para el control de olores, hay que corregir ese caudal por la pérdida de flujo (aproximadamente un 25% por el filtro). Por ello, para obtener el caudal real necesario:

Caudal corregido = Caudal base × 1,25 =144 × 1,25 =180 m³/h

Por lo tanto, el extractor ideal para este armario debería tener una capacidad de al menos 180 m³/h para funcionar correctamente con filtro de carbono y mantener presión negativa.

Pero recuerda que cada codo, cada metro de tubo y cada accesorio añadirá pérdidas adicionales de rendimiento, ya que la longitud de los conductos y los codos aumentan la resistencia al flujo de aire (pérdidas de carga). Por eso los expertos cuantifican estas pérdidas sugiriendo multiplicar por ~1,3 si hay tramos largos o codos, lo que equivale a añadir un 33% extra al caudal necesario para obtener el resultado final. 

Extractor Pure Fan TT | The Pure Factory
Extractor Pure Fan TT | The Pure Factory

La presión negativa como principio del control de olores

Para garantizar un control absoluto de los olores, es esencial crear y mantener presión negativa dentro de nuestro espacio de cultivo, que se crea cuando el extractor saca más aire del espacio del que puede entrar naturalmente por las aberturas de intracción. Esto genera un vacío parcial que provoca que el aire sea succionado hacia el exterior, garantizando que ningún aire cargado de olores pueda escapar excepto a través de nuestro sistema de filtración controlado.

Este principio se puede observar fácilmente: en un armario de cultivo correctamente configurado, las paredes de tela se hundirán ligeramente hacia el interior cuando el sistema esté funcionando. Si, por el contrario, las paredes se abomban hacia fuera, indica que tenemos presión positiva, una situación que debemos evitar si queremos mantener el control total sobre los olores.

Para lograr presión negativa efectiva, la intracción debe ser pasiva (simples aberturas sin extractor) o, si utilizamos intracción activa, el ventilador de intracción debe ser considerablemente menos potente que el de extracción. Una relación típica sería usar un extractor de 400 m³/h con un intractor de 150 m³/h, garantizando así la presión negativa necesaria.

El filtro de carbón: la barrera definitiva contra los olores

Los terpenos que producen las plantas de cannabis durante la floración pueden detectarse a grandes distancias, convirtiendo un aroma delicioso para nosotros en una potencial fuente de problemas con vecinos o visitantes no deseados. Por eso, el control de olores representa otro aspecto crítico de cualquier cultivo doméstico. 

Los filtros de carbón activado funcionan mediante un proceso llamado adsorción, donde las moléculas aromáticas se adhieren a la superficie porosa del carbón. La efectividad de este proceso depende de varios factores: la calidad del carbón utilizado, el tiempo de contacto entre el aire y el filtro, y la correcta proporción entre el caudal del extractor y la capacidad del filtro.

Un filtro como el Pure Filter utiliza carbón activado australiano RC412, reconocido por su excepcional porosidad y capacidad de adsorción. Este tipo de carbón, activado mediante vapor a altas temperaturas, ofrece una superficie de contacto de más de 1.000 metros cuadrados por gramo, proporcionando una capacidad de filtración superior a los carbones convencionales. La clave está en elegir un filtro con una capacidad ligeramente superior a la de nuestro extractor: si nuestro extractor mueve 300 m³/h, deberíamos optar por un filtro con capacidad para 350-400 m³/h.

La colocación del filtro también es crucial. Instalado dentro del espacio de cultivo, conectado directamente al extractor, permite filtrar el aire antes de que salga al exterior. Esta configuración, conocida como «configuración aspirante», es más eficiente que instalar el filtro en el exterior del cultivo, ya que toda la presión del extractor se utiliza para hacer pasar el aire a través del carbón.

Pure Filter filtro carbón activo antiolor | The Pure Factory
Pure Filter filtro carbón activo antiolor | The Pure Factory

La importancia de la insonorización para la discreción

Un cultivo verdaderamente discreto no solo debe ser invisible y sin olores, sino también silencioso. Los extractores, especialmente los modelos más potentes, pueden generar niveles de ruido que atraigan atención o simplemente resulten molestos en el día a día.

La insonorización de los sistemas de extracción opera en varios niveles. El primer tipo de ruido a controlar es el mecánico, generado por el motor y las aspas del extractor. Los extractores centrífugos de alta calidad producen menos ruido que los helicoidales, pero incluso los mejores pueden beneficiarse de sistemas de insonorización adicionales.

Las cajas extractoras insonorizadas, como las Pure Foam de The Pure Factory, representan la solución más efectiva para el ruido mecánico. Construidas con materiales fonoabsorbentes como el EPP (polipropileno expandido), estas cajas envuelven completamente el extractor, reduciendo drásticamente tanto el ruido como las vibraciones. El material EPP no solo es altamente efectivo para la absorción acústica, sino que también es ligero, impermeable y resistente, garantizando durabilidad sin comprometer el rendimiento.

El segundo tipo de ruido a considerar es el aerodinámico: el silbido que produce el aire al moverse a través de los conductos y salir al exterior. Este ruido se intensifica cuando forzamos demasiado aire a través de conductos de diámetro insuficiente o cuando el aire sale directamente sin ningún tipo de silenciador.

Los tubos insonorizados Sono + solucionan gran parte de este problema. Estos conductos incorporan una doble pared con material aislante y microperforaciones que reducen significativamente el ruido de flujo de aire. Para situaciones más exigentes, los silenciadores flexibles instalados en el punto de salida pueden reducir el ruido hasta 15-28 decibelios adicionales, convirtiendo un sistema potencialmente ruidoso en uno prácticamente silencioso.

Extractor insonorizado Pure Foam | The Pure Factory
Extractor insonorizado Pure Foam | The Pure Factory

Otros componentes clave de un sistema de extracción completo

Un sistema de extracción profesional integra múltiples componentes trabajando en armonía. El extractor es el corazón del sistema, pero su efectividad depende de cada elemento que lo acompaña. 

La configuración del espacio también influye significativamente en nuestros cálculos. Un cultivo con iluminación led requerirá menos extracción que uno equipado con lámparas HPS de alta potencia, que generan considerablemente más calor. La altura del cultivo también es crucial: espacios más altos necesitan mayor renovación de aire para evitar la estratificación térmica.

La elección del diámetro de conductos es crucial para minimizar pérdidas de carga y ruido. Un conducto demasiado estrecho para el caudal que debe manejar generará turbulencias, ruido y pérdidas de eficiencia. La velocidad del aire en los conductos no debería superar los 10-12 metros por segundo para evitar problemas acústicos.

Los controladores de velocidad añaden versatilidad al sistema, permitiendo ajustar la potencia según las necesidades específicas de cada momento. Durante el crecimiento vegetativo, cuando las plantas producen menos calor y olores, podemos reducir la velocidad para ahorrar energía y minimizar el ruido. Durante la floración, cuando el control de olores es crítico, podemos aumentar la potencia para garantizar una filtración óptima.

La humedad relativa del aire exterior también influye directamente en la efectividad de nuestro sistema. En climas muy húmedos, puede ser necesario complementar la extracción con deshumidificación activa para mantener niveles óptimos dentro del cultivo. Por el contrario, en ambientes muy secos, podemos necesitar humidificación para evitar que las plantas se estresen.

Como puedes observar, en The Pure Factory no solo ofrecemos productos de alto rendimiento, sino que proporcionamos el conocimiento necesario para realizar montajes profesionales y fiables. La tecnología actual nos permite crear sistemas de extracción que combinan potencia industrial con silencio doméstico, efectividad comercial con discreción residencial. Y al aplicar los principios de esta guía, dejas de ser un simple comprador de equipos para convertirte en el ingeniero de tu propio éxito en el cultivo de cannabis.